domingo, 3 de abril de 2016

LECTURA FÁCIL

Antes que nada, toca felicitar a los madridistas por la victoria de ayer. Sobre todo a los familiares y amigos cercanos y todos aquellos que, a pesar de sufrir de lo lindo en los últimos años, lo han hecho con el máximo respeto y reconociendo los méritos rivales. Respetar es importante para ser respetado.
Hay que saber aceptar la derrota y no perder el tiempo buscando excusas. Podemos discutir, siempre de manera sana, si Ramos debía ser expulsado o no, en mi opinión más de una vez, pero hay que ser justos y reconocer que el Madrid ganó de manera totalmente merecida gracias a una mejor gestión de los últimos 20 minutos.

El partido de ayer tiene un análisis muy sencillo. Incluso, en mi humilde opinión, merece muy poco, o nada, debate futbolístico. El Real Madrid sumó los tres puntos en un partido con una nefasta primera parte para el espectador que buscaba entretenimiento y espectáculo. Unos primeros 45 minutos lentos, estáticos, sin intensidad y muy especulativo por ambas partes. El Barça hizo su juego de posesión, como he dicho antes, de manera lenta y sin movilidad, y el Madrid se dedicó a esperar atrás y aprovechar las pérdidas de balón para salir rápido al contraataque. El 0-0 con el que se llegó al descanso era más que justo en un partido que estaba suponiendo un pequeño suplicio para los espectadores.

La segunda parte fue un poco más de lo mismo hasta que el Barça puso una marcha más y sitió con mayor insistencia la portería de Keylor Navas y, en un córner, Piqué marcó con un gran cabezazo. Pero es aquí donde se acabó el partido de los azulgranas. Nunca sabremos si los kilómetros y minutos acumulados por los compromisos internacionales, o por tener la cabeza inmerso en los cuartos de final de Champions League, o por la gran distancia de puntos que hay en la clasificación. El hecho es que el Madrid vio una oportunidad de, como se dice popularmente, rascar algo y su insistencia dio sus frutos culminando la remontada. Así de simple.

No debemos caer en el error de desesperarnos y rescatar a los fantasmas del pesimismo. Ayer al salir del Estadio, oí voces apocalípticas que anunciaban una eliminación en los cuartos y una remontada en la Liga. Debemos ser conscientes de que venimos de donde venimos y eso se notó mucho en el tridente, más estático y lento de lo habitual. Algo estamos haciendo bien si el rival ha de celebrar las victorias por la mínima contra el Barça como si fuera un título. A pesar de ir terceros.

Ahora bien, si he de ser sincero en algo. Una victoria hubiera supuesto el golpe definitivo a la Liga y un contratiempo moral muy grande para el Real Madrid de cara a la Liga de Campeones. Es una pena que el partido de ayer les pueda servir como refuerzo anímico. Y una cosa es clara, en Anoeta se debe ganar. Si no, esta Liga que ya teníamos ganada en Diciembre se hará muy larga y los nervios pueden surgir. Pero mi confianza en este grupo, es total.


"Si no puedes ganar, asegúrate de no perder." (Johan Cruyff)

No hay comentarios:

Publicar un comentario